Las novelas de este género se caracterizan por la presencia recurrente de acción, descubrimiento, la cualidad de los protagonistas a través de sus vivencias y la incertidumbre de lo que ocurrirá. Aparecen distintas situaciones, experiencias nuevas, en las cuales el personaje sale de la rutina diaria, y pasa por diversos sentimientos, como el miedo, emoción, ilusión, diversión, soledad, curiosidad, libertad.
Los protagonistas pueden ser cualquier persona, como un niño/a, joven, que emprende un viaje en la búsqueda de un elemento de gran importancia e interés, como un tesoro, el padre o la madre, una dama, una venganza, o simplemente una ocupación de la vida. El protagonista irá superando sus temores y madurará al volver, luego de varios años, evolucionado y con un cambio en su forma de ser.
Los lugares donde transcurre la novela pueden ser ajenos a los conocidos del lector, como una playa desierta, en pleno mar, en la selva, etc.
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